La necesidad de una dieta estrictamente racionalizada se ha convertido, hoy en día, en un objetivo bastante extendido. Se trata de un afán por el control, la medida, el equilibrio… que suele caer en la obsesión por el dominio absoluto de la ingesta, ya sea controlando nutrientes, calorías o tipos de alimentos.
Normalmente detrás de la
idea de dieta equilibrada subyacen otros ideales, la mayoría de las veces más
relacionados con motivos estéticos que de salud. Así que, cuando decimos que
queremos llevar una dieta equilibrada, este realmente no es el objetivo sino
que interiormente buscamos algo más. De esta manera, al partir de una
definición errónea, iniciamos un camino equivocado. (puedes encontrar soluciones es este otro artículo).
Si este es tu propósito, antes
que nada, lo primero que te preguntaría es:
¿Qué entiendes por dieta
equilibrada?
Piénsalo bien antes de responder (te recomiendo que respondas
por escrito, es un excelente ejercicio de introspección).
Es difícil hallar una
respuesta, depende de las variables que utilices para definirlo. En mi opinión,
son dos palabras contradictorias en cuanto a la idea que se tiene actualmente de:
- DIETA como proceso transitorio de recorte alimenticio con fines generalmente estéticos.
- EQUILIBRIO ALIMENTARIO como recuento exhaustivo de calorías o nutrientes para alcanzar la perfección nutricional.
Si ya tienes clara tu
respuesta ahora te haré otra, aún más difícil:
¿Qué significa en tu vida el equilibrio?
Tu respuesta ha de ser
sincera e íntima. Generalmente asociamos equilibrio
a felicidad y esta tiene múltiples aspectos relacionados con la percepción
individual de lo que tenemos actualmente y de lo que querríamos tener.
Intenta contrastar tus dos
respuestas y busca los puntos en común. Esto te puede ir acercando a lo que
realmente buscas, tu anhelo más profundo que a veces no concuerda con lo que
sueles verbalizar.
Utilizo estas preguntas con el fin de hacer pensar en las palabras que usamos para definir aquello que buscamos y reconocer si responden realmente a nuestro objetivo. El propósito de este ejercicio es sacudir de la mente las ideas fijas y lo que nos han vendido “como normal” para que podamos elegir sin presiones aquello que necesitamos y, en cuanto a la alimentación, estar abiertos a cambios y adquirir la capacidad de decidir lo que más nos conviene. Es decir, que haya concordancia entre lo que decimos y lo que sentimos.
Pero para aquellos que simplemente
buscan una dieta equilibrada (tipo estándar) como alimentación sana , he de
decir que estos dos conceptos no son
sinónimos.
Para explicarlo prefiero utilizar el término ARMONIA en lugar de
equilibrio.
- Armonía es una sensación de paz y bienestar con el entorno y contigo mismo.
Con esto quiero decir que
tu puedes escoger una dieta perfectamente equilibrada pero si no está en
armonía contigo, con tu cuerpo, tu estilo de vida y tus necesidades, jamás
alcanzarás el objetivo que buscas.
La armonía en la alimentación
parte de nosotros mismos, de donde estamos y donde queremos llegar, de lo que
queremos para nuestra vida y de lo que ya no estamos dispuestos a tolerar, de
las ganas de luchar y del sueño que queremos lograr.
¿Cómo
se armoniza una alimentación?
Teniendo en cuenta unos principios
fundamentales y siguiendo unos pasos que explico a continuación
Los Tres Principios:
1- Para armonizar tu dieta primero has de armonizar tu vida:
¿Te gusta la vida que llevas? ¿Qué cambiarias? ¿Tu alimentación se ajusta a tus ideales?
Responder es un
trabajo de reflexión y observación en el que hay que evaluar el momento
presente, hacer un repaso de nuestra vida actual y valorar objetivamente por qué sentimos que no está en armonía con el estilo de vida que intentamos
conseguir. Detectando aquello que no es
coherente contigo mismo encontrarás
el camino de la armonización.
Por ejemplo, si te ves
obligado a comer fuera a menudo, si recurres al bocadillo porque es lo más
sencillo, si por comodidad tiendes a cenar siempre fritos, carne o
precocinados, si no tomas verdura porqué no sabes cómo prepararla, si te crea un
conflicto moral comer carne, si has descubierto que tu modo actual de comer no
te satisface, si te gustaría tomar las riendas en la cocina, si estás
enganchado a ciertos alimentos que querrías dejar, si te sientes recriminado
cada vez que intentas hacer algo distinto, si, simplemente, en este momento de
tu vida necesitas un cambio, …
Si te identificas con alguna de estas situaciones y esto te genera malestar y en tu mente hay un mensaje continuo de que lo quieres cambiar, estás viviendo una desarmonía.
Vivir así genera un gran desgaste, (lee este otro artículo para identificar las causas). Así que te recomiendo que te detengas, ocupes un rol activo en tu vida y establezcas un punto de partida intentando armonizar lo que tienes ahora. Solo así verás las posibilidades de cambio.
2- La solución no viene de fuera,
la tienes tu.
Seguro que conoces a alguien o tu mismo/a has realizado en alguna ocasión una dieta que alguien “te ha pasado”.
Seguro que conoces a alguien o tu mismo/a has realizado en alguna ocasión una dieta que alguien “te ha pasado”.
¿Conseguiste lo que buscabas? ¿Lograste mantenerla en el tiempo? ¿La hacías con gusto o era algo autoimpuesto?
Lamentablemente en la
actualidad cuando alguien quiere conseguir su objetivo con una supuesta “dieta
equilibrada” rara vez se plantea observar el punto en el que se encuentra para
armonizar lo que tiene o pensar si esa dieta está en armonía con su vida actual.
No podemos alcanzar la armonía si pensamos que una dieta ha de ser algo
mecánico, preestablecido e inamovible. Algo ajeno, que viene de fuera.
Por eso antes de ponerse
manos a la obra con un nuevo estilo de comer hay que reconocer las creencias
propias, vaciar la mente de prejuicios y poner atención a nuestra actitud ante
la comida. Cualquier deseo de mejorar se verá favorecido si somos capaces
armonizar lo que tenemos y será un fracaso si solo buscamos alimentos milagro o
el que está de moda en este momento.
3- Condición indispensable
es el respeto a nosotros mismos, a nuestro cuerpo
por tanto no nos interesan alimentos que no nos aporten nada, es decir, aquellos que en si mismos son nutricionalmente o energéticamente negativos. (Si quieres saber que alimentos son, lee este otro artículo).
por tanto no nos interesan alimentos que no nos aporten nada, es decir, aquellos que en si mismos son nutricionalmente o energéticamente negativos. (Si quieres saber que alimentos son, lee este otro artículo).
¿Si no somos capaces de entender nuestras propias necesidades cómo vamos a ser capaces de satisfacerlas?
El respeto a uno mismo
también pasa por la aceptación, pero no la de los demás sino la tuya propia.
Olvídate de lo que piensen los demás, esto genera sufrimiento, insatisfacción y
baja autoestima. Pon tu atención en la aceptación de cómo eres y la capacidad
de mejora que hay en tu interior.
Los Cinco
Pasos:
- Ralentiza tu vida y presta atención a tu interior y a tu entorno.
- Da prioridad a tus áreas personales: ejercicio, descanso, cuidado del cuerpo, crecimiento espiritual y alimentación.
- Crea tu propio estilo. El cambio de alimentación no se consigue forzando, obligando y destruyendo sino creando. Crea en ti un sentimiento emprendedor e innovador, crea un espacio y un tiempo para introducir alimentos nuevos, nuevas formas de cocinar, nuevos hábitos, nuevas expectativas…
- Visualiza en positivo tus deseos. Centrarse en lo que quieres dejar, solo sirve para concentrarse en una idea negativa, en la culpabilidad de las recaídas y en la carencia de lo que estás perdiendo. Sin embargo, el estímulo de lo positivo, de la ilusión por algo nuevo es más poderoso y estimulante.
- Profundiza, lee, investiga, no te quedes en lo superficial.
- Supérate, intenta ser siempre la mejor versión de ti mismo. Recuerda que la dieta no es la meta, es el camino
En
conclusión
Todo en el universo es cambiante. Esto no significa algo negativo, sino que responde al movimiento natural , al cambio y a la evolución. Buscar la armonía en tu vida te permite fluir con flexibilidad en este movimiento.
Por tanto no temas al cambio. La vida es una continua evolución.
¿Si todo es cambiante a tu alrededor por qué no vas a cambiar tu?
Saber adaptarse es la cuestión y superar los altibajos de la vida es la forma de evolucionar.
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