Todos sabemos la importancia que
tiene la alimentación para el mantenimiento de la salud. Por eso creo que alimentarse correctamente es un
ejercicio de responsabilidad con nosotros mismos y también con nuestros hijos. Transmitiéndoles
este mensaje, estaremos fomentando en ellos una conciencia de autocuidado y de respeto por el propio cuerpo,
y dándoles la oportunidad de adquirir la capacidad de reconocer y satisfacer
sus necesidades nutricionales.
Practicar un estilo de vida saludable crea un hábito familiar que los niños toman desde
pequeños. Y esas buenas costumbres son las que mantendrán en la edad adulta.
Importancia de los buenos
alimentos
Si pensamos en la comida como un mero combustible no estamos
comprendiendo la importancia de la nutrición.
De la digestión de los alimentos que tomemos, estaremos
obteniendo los nutrientes
imprescindibles, no solo para aportar energía sino para iniciar, mantener,
reponer, restaurar y renovar células, tejidos y órganos, y también para la
realización, de manera correcta, de funciones vitales para el organismo.
Por ello, no podemos restar importancia a los alimentos
y/o pseudoalimentos que tomamos día tras día. El objetivo de una dieta sana
debe ser, por una parte proveernos de
todos los nutrientes esenciales, y por otra parte, evitar la acumulación de
sustancias tóxicas y desechos ácidos en el cuerpo, que son producto del
metabolismo de alimentos que
deberíamos eliminar de nuestra dieta.
Los niños van haciendo su vida al ritmo de los mayores,
y que observamos en ellos?
Que están habituados a engullir deprisa y sin dar valor a lo que comen. Se están acostumbrando a comer alimentos
industrializados y procesados, rápidos y fáciles de comer y, en consecuencia, están perdiendo el paladar para los productos
naturales y el gusto por los alimentos frescos. En suma, no les damos la oportunidad de comer despacio y desconocen el sabor y la versatilidad de los principales elementos de una dieta sana, las frutas y las verduras.
Así que mi argumentación se basa en la unidad familiar por su
potencial de transmisión de valores y de
buenos hábitos, y en la cocina, como el lugar donde se fragua la salud de la familia.
Cómo crear buenos hábitos en los niños
Siempre que tengamos
oportunidad deberíamos invitarlos a participar con nosotros durante todo el
proceso, porque todos los pasos son importantes.
Por donde empezar:
- Lo primero es la
realización de la compra.
Cuando los niños tienen
cierta edad, es importante que nos acompañen para que conozcan los alimentos y
aprendan a elegir.
- Al llegar a casa.
Es bueno que sepan
dónde y porqué se guarda cada alimento.
- La preparación de la comida de
forma tradicional.
Dejarles participar en
la cocina les hace más atractivo lo que van a comer después.
- Recoger
la cocina.
No menos importante es
que conozcan los diferentes de utensilios y sus normas de higiene.
- Intentar comer todos juntos
al menos una vez al día.
El acto de reunión
crea un acercamiento familiar y aporta valor a la comida que los niños perciben.
- Comer con tranquilidad.
Con una conversación distendida y enseñándoles a masticar convenientemente cada bocado. Hemos de evitar acelerar el ritmo de los más pequeños.
- En
cada comida siempre debe haber verduras y/o ensalada.
Sabemos que cuesta,
pero ha de ser una costumbre. En nuestra mano está preparárselo de manera atractiva y, sobre todo, variada.
- Reducir al mínimo los
alimentos industrializados.
Buscar alternativas,
no para sustituirlos, sino para despertar el interés de los niños por alimentos
sanos.
- Aún puedes ir más allá. Existe una actividad divertida y educativa
para los niños: el huerto en el balcón.
No hace falta tener un
gran espacio, es suficiente unas macetas para que las cuiden y observen como se
desarrolla el alimento que luego nos comeremos.
Por último. Cuando hagamos la
compra, enseñemos a los niños a comprar sano y sostenible haciendo consumo de proximidad,
pero también con ética y responsabilidad. Una actitud de
consumo responsable aporta un granito de arena para no mantener empresas
en la que trabajan niños, las que contaminan los ríos, las que maltratan a los
animales, las que explotan a los países pobres, etc.
Esta entrada participa en la 1ª Edición del Carnaval de Nutrición
Para ver todos los blogs participantes en esta edición del Carnaval de Nutrición:
http://midietacojea.com/2012/05/03/primera-edicion-carnaval-nutricion/
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Como siempre... me encanta tus entradas
ResponderEliminarMil gracias, Odile
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