Todas las acciones
que realiza nuestro cuerpo requieren un gasto de energía, desde la actividad
física hasta la metabólica. Dicha energía la obtenemos a partir de los
macronutrientes (hidratos de carbono, lípidos y proteínas), pero han de sufrir
diversos procesos metabólicos, (ya que en si mismos no pueden ser utilizados), para llegar a la formación de ATP, molécula
que el organismo utiliza directamente como forma de energía para cualquier
trabajo celular.
De todas las
actividades metabólicas que realiza el organismo, existe una que es básica para
la vida y a la que se presta poca atención, es la depuración. Cada día
nuestro cuerpo busca la forma de eliminar las sustancias de desecho que se
generan, de forma constante y natural, en la amplia variedad de procesos
metabólicos que tienen lugar en él. De esta tarea se encargan los emuntorios.
En una
persona con una alimentación saludable, el proceso de eliminación se realizará
sin dificultad, pero a medida que van entrando en el organismo sustancias
extrañas, antinaturales y tóxicas, la cosa se complica.
QUÉ SON LOS
EMUNTORIOS
Son órganos
especializados en realizar “la limpieza” del organismo, eliminando las
sustancias de desecho que provienen del metabolismo celular y las células
muertas.
Estos órganos
son: Riñones, Hígado, Intestinos, Piel y Pulmones.
Sin embargo, es en las células donde se inicia todo el proceso.
Las células
viven en un entorno llamado matriz, que les sirve de sostén y para interrelacionarse. Pero su función más relevante es la de ser el tejido conectivo, el medio en el que se realizan los intercambios. A la matriz llegan los nutrientes que entran en las células y, a su vez, recoge los desechos procedentes de las mismas. Todo
ello gracias a un complejo entramado de vasos y capilares, sanguíneos y linfáticos, que transportan ambas
sustancias.
Cuando el
volumen de los desechos no supera la capacidad eliminativa se mantiene una
matriz limpia y las células funcionan normalmente, pero si el volumen aumenta
y/o los emuntorios no funcionan bien, la matriz se irá ensuciando con los
desechos que se acumulan. Como vimos en este otro post esta situación genera un ambiente de hipoxia (falta de oxígeno en
el interior de la célula) y de acidosis (excesiva presencia de ácidos en la
matriz)
Una matriz
sucia presenta otro tipo de consistencia que dificulta el intercambio entre las células. Si no les llegan nutrientes y
oxígeno, se altera su metabolismo y no pueden realizar correctamente sus funciones
específicas. Esta suciedad también afectará
a la comunicación entre ellas. Como consecuencia de todo ello, comenzará un lento
deterioro del organismo.
Es fácil
comprender que el objetivo depurativo primordial de los emuntorios es el
mantenimiento de una matriz limpia para mantener la homeostasis. Teniendo en cuenta que se calcula
que el organismo está formado por unos 100 billones de células, el trabajo depurativo a realizar
es muy grande. Este proceso se hará más complejo cuando aparecen toxinas que
aumentan el volumen de sustancias a eliminar.
La mayor
parte provienen de la alimentación.
Nuestros
antepasados en su alimentación diaria debían hacer frente a posibles alergenos
y tóxicos encontrados en la naturaleza, en cambio, actualmente la industria
alimentaria ha creado numerosas sustancias químicas (y antinaturales)
para las cuales nuestras enzimas digestivas no están preparadas.
- Dejando a un
lado las consabidas toxinas (alcohol, tabaco y drogas) hemos de saber que el azúcar,
los dulces, los refinados (harinas, arroz…), grasas trans, conservantes como el glutamato monosódico, edulcorantes como el aspartamo, los aditivos en general y las grasas provenientes de animales mal alimentados, son, en si
mismos, tóxicos o capaces de generar toxinas en su digestión.
- Hay alimentos
alergénicos, que de por si son capaces de generar mucosidad o depósitos, como
son: leche y derivados, harinas refinadas, dulces y algunas grasas.
- También
podemos crear toxinas en casa cocinando inadecuadamente los alimentos
dando lugar a: proteínas desnaturalizadas, acrilamidas, benzopirenos, nitrosaminas,
etc.
---- No debemos confundir la tolerancia a un alimento o
sustancia con su inocuidad. Que toleres un alimento no es garantia de inocuidad. Todo
dependerá de la capacidad del organismo
para depurarla. Una sustancia puede parecer inocua por ser bien tolerada a
nivel digestivo pero puede estar
causando, lenta y silenciosamente un daño manifestado, años mas tarde, como una enfermedad. ----
Alimentos que
no han sido bien masticados, y que además tampoco han sido bien digeridos,
llegan al Intestino Delgado donde, debido a la fermentación, generan sustancias tóxicas
que pueden ser reabsorbidas hacia la sangre.
- Un exceso
de comida sobrepasa la capacidad
digestiva y genera un aumento de alimentos mal digeridos que puede
llevar a un fallo en el proceso eliminativo por colapso de los emuntorios.
- Cenar tarde y acostarse con el estómago lleno altera el proceso depurativo, ya que es por la noche cuando el hígado tiene mayor actividad.
- Cenar tarde y acostarse con el estómago lleno altera el proceso depurativo, ya que es por la noche cuando el hígado tiene mayor
- También hay
que tener en cuenta que cada día estamos en contacto con tóxicos medioambientales,
contaminación del aire, pinturas, pesticidas, insecticidas, toda clase de
sustancias químicas utilizadas en la agricultura y ganaderia, medicamentos,
productos de limpieza, productos cosméticos.
- El estrés
y la situación emocional. Ambos contribuyen
a un bloqueo energético que puede alterar el correcto funcionamiento de
las actividades fisiológicas, generando toxinas. Nuestras tensiones diarias son
las causantes de esta situación, sin olvidar que diariamente y subliminalmente,
la televisión y otros medios de comunicación, nos bombardean con noticias y valoraciones negativas de la
actualidad que van minando nuestro subconsciente.
- Algunos medicamentos pueden dañar los riñones y el hígado, debilitando su poder depurativo.
- El sedentarismo
también influye negativamente ya que dificulta el metabolismo celular dando
lugar a más desechos tóxicos.
QUÉ ES LA DEPURACIÓN
Es un proceso
en funcionamiento constante en el que intervienen los emuntorios y sus
respectivos sistemas y aparatos (digestivo, urinario, circulatorio,
respiratorio y cutáneo). Es un mecanismo de autolimpieza que nos sirve tanto
para eliminar sustancias tóxicas como para defendernos de microorganismos.
El ser humano
no ha evolucionado, genéticamente hablando, al mismo ritmo que el rápido
entorno generador de toxinas, lo cual nos hace inadaptados a multitud de
sustancias que intentamos eliminar y/o acumulamos peligrosamente.
Así pues,
estos desechos irán depositándose en paredes de vasos sanguíneos, en tejidos y
articulaciones, y aparecerán síntomas diversos (que no son otra cosa que
un mecanismo de defensa del organismo), como inflamación, celulitis, retención
de líquidos, acúmulos de grasa y otros síntomas generales como confusión, poca
memoria, cansancio, malhumor, ansiedad, sensación de nariz seca, goteo nasal,
catarros, boca pastosa, picor de piel…
Todas estas
situaciones son un esfuerzo del organismo por evitar la diseminación de toxinas por todo el cuerpo y exigen un gasto extra de energía. La forma
de obtener esta energía es robándola de otros destinos, entre ellos el
funcionamiento de los emuntorios. Iniciando así, una espiral de déficit
depurativo que, después de años llevará a una situación de claudicación y las células entrarán en un proceso degenerativo con
la aparición de enfermedades.
Cortar estos
síntomas iniciales, por las molestias que provocan,
es como taponar un desagüe, el agua buscará otra salida o lugar donde
almacenarse hasta poder salir. Eliminando
el síntoma, el problema no desaparecerá. Así que lo lógico es apoyar el
proceso depurativo en lugar de bloquearlo.
Después de
leer esto es fácil comprender la importancia de una depuración correcta pero
más importante aún, es comprender que cambiando la forma de comer se evitará la
saturación de los emuntorios y nuestro organismo podrá deshacerse fácilmente de
los desechos y sustancias tóxicas.
Que pasaría
si cambiásemos nuestra forma de comer y eligiéramos una que incluyera menos
tóxicos?
- Se iniciaría una progresiva eliminación de residuos acumulados. El organismo al no tener que hacer frente a nuevas sustancias puede dedicar sus esfuerzos depurativos a eliminar las sustancias acumuladas.
- Restablecimiento del equilibrio de la flora intestinal. La flora varia para adaptarse al tipo de alimento al que debe hacer frente, de manera que la flora de una persona que come mucha carne es distinta de una persona vegetariana.
----Las personas que comen mucha carne poseen una flora intestinal
mayoritariamente proteolítica (productoras de muchas sustancias tóxicas), en
cambio los vegetarianos poseen una flora sacarolítica (productora de ácidos
grasos de cadena corta gracias a la fibra soluble). Los ácidos grasos de cadena
corta nutren a las células del intestino y una pequeña parte también es
utilizada como energía para el individuo. Además contribuyen al equilibrio de
la flora intestinal beneficiosa, controlan el pH del colon, favorecen la
absorción de iones (minerales), regulan el metabolismo de la glucosa y de las
grasas.----
- Recuperación de la mucosa intestinal. (Un estado intoxicado daña las paredes intestinales, haciéndolas más porosas y permitiendo el paso de sustancias nocivas a la sangre).
- El organismo haría una correcta distribución de la energía, de manera que al disminuir la entrada de tóxicos, la actividad depurativa diaria se realizaría adecuadamente.
- Al basar nuestra alimentación en fruta y verdura (con el mayor porcentaje de crudos posible) favorecemos el proceso de limpieza con sustancias bioactivas propias de estos alimentos que ejercen su función depurativa.
RESUMIENDO
Una
alimentación fuerte provoca un alto gasto de energía (por ello
necesitamos siesta después de una comida copiosa, para que el cuerpo solo pueda
dedicarse a la digestión).
Una
alimentación tóxica también precisa un alto gasto de energía porque
compromete la función depurativa de varios órganos de depuración y eliminación.
Muchos años de exposición a toxinas llevará a una disminución del rendimiento
del organismo, incluido el sistema de autodepuración.
La digestión
de alimentos frescos y naturales, comidas con pocas mezclas, bien
masticada, cocinada adecuadamente, etc. precisa un gasto energético menor para
su digestión, de esta manera queda más energía libre
que el organismo puede invertir en la depuración.
Así que, en
este caso, el ahorro energético significa no darle mas trabajo depurativo al cuerpo del
que pueda asumir. Por ello es fundamental cuidar la alimentación y limitar la ingestión de toxinas:
- Reducir drásticamente el consumo de productos procesados de origen animal.
- Evitar el consumo de productos prefabricados (OCNIS) y cargados de aditivos.
- Evitar los alimentos refinados, azúcar, café, alcohol y sal.
- Cocinar poco y adecuadamente los alimentos.
- Masticar bien y comer relajados.
- Cenar pronto, tres horas antes de acostarse y ligero.
- Hacer ejercicio regularmente y llevar una vida tranquila.
"Somos
víctimas de los avances tecnológicos en alimentación, pero sobre todo, somos víctimas
de nosotros mismos, porqué tenemos la capacidad y la posibilidad de elegir lo
que comemos y de cambiar nuestros hábitos y no lo hacemos".
CURAS
DEPURATIVAS
En respuesta a
consultas que he recibido sobre efectos negativos de la depuración, me gustaría hace unas aclaraciones: opino que hacer curas
depurativas (tipo ayuno), algunas agresivas, en casa, sin conocimientos ni asesoramiento, no es recomendable, se pueden generar situaciones que el desconocimiento puede convertir en lo que no son, por confundir síntomas fisiológicos con efectos adversos y viceversa:
- En primer lugar, se ponen en circulación toxinas acumuladas, cuya cantidad depende de la intoxicación previa y genera un estrés de los emuntorios que puede llegar a colapsarlos.
- En algunas ocasiones los emuntorios ya están colapsados previamente y su mal funcionamiento unido al sobreesfuerzo al que se les somete puede dar lugar a situaciones de urgencia.
- Es necesario hacer previamente una verificación del estado de los emuntorios para evitar sorpresas, (saber si hay piedras en Vesícula, o Hígado, buen funcionamiento de los Riñones y del Intestino, evitar que haya estreñimiento, etc.)
- Es imprescindible que los días previos y los posteriores se siga una dieta especial para una entrada y salida suave.
- Un ayuno (con fines depurativos) bien hecho ha de estar guiado por profesionales, que hagan un seguimiento del proceso y que además valoraren los síntomas propios que vayan surgiendo.
- El verdadero objetivo de un ayuno o una cura depurativa es descargar el organismo de tóxicos y para ello apoyamos el propio sistema depurativo corporal. Forzar con diuréticos o hacer ayunos con el suplemento de moda no hará más que estresar los emuntorios y debilitar el organismo.
REFLEXIÓN
FINAL
Obligar al
organismo a hacer un gasto energético excesivo, primero al intentar metabolizar
sustancias tóxicas de todo tipo y en exceso, y después al provocar una
depuración forzada es una insensatez mayúscula.
No trates al organismo como si fuera un tonto engranage a tu servicio. ¿por que le obligas a evacuar de manera rápida e imperativa
toxinas acumuladas por una mala alimentación si posteriormente vas a volver a ingerirlas?
Si nuestro
objetivo es tener un cuerpo sano, es necesario que haya un cambio de hábitos
alimentarios. La nueva forma de comer iniciará por si sola un proceso
depurativo lento y progresivo al que podemos ayudar con tratamientos suaves,
monodietas, ejercicio físico y relajación.
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Hola, estoy encantada con este blog informativo, ya me leeré todos los post y artículos, gracias por compartir.
ResponderEliminarHola Carmen, es muy agradable volver de vacaciones y encontrar un comentario tan amable. Muchas gracias, espero que los contenidos te resulten útiles y si tienes alguna duda puedes consultarme cuando quieras.
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