Interpretar la realidad

QSN: Alilmentación y Cambio


Aquí estoy con el primer artículo de 2018. Como cada año, en enero, me he detenido a evaluar cómo ha sido la etapa anterior, he hecho mi lista de objetivos y de deseos para el nuevo año y me he puesto en acción con las primeras actividades para alcanzar mis sueños. Y, la verdad, es que me siento muy motivada.
Si tuviera que bautizar el año pasado con una palabra, sería recibir. Y es que este año he recibido muchas cosas, quizás sea porque el año anterior fue el año de dejar ir, es decir, dejé espacio a lo nuevo En 2017 mi vida se llenó de cosas inesperadas, algunas inexplicables, que podrían mirarse desde muchos ángulos, sin embargo, este año también aprendí  a  interpretar lo que me sucede de manera constructiva. Por eso solo me queda ser agradecida porque todo lo recibido aporta algo a mi crecimiento personal.


Agradecimiento y Alimentación

Es muy importante apreciar y agradecer las cosas que te ofrece la vida.  Y algo tan cotidiano como comer se nos pasa por alto, lo damos por sentado, no lo valoramos ni lo agradecemos. Tenemos la suerte de encontrar fácilmente cualquier alimento que busquemos, de poder escoger cómo alimentarnos  y, sin embargo, no le damos valor. No somos agradecidos.

En la tendencia actual, casi obsesión, por comer sano, dedicamos muy poco tiempo a lo que son, para mi, las premisas fundamentales, no solo para la alimentación sino para el autocuidado:  las tres Cs 


Las 3 Cs: Compra, Cocina y Come



Así que creo que es un buen momento para reflexionar...


➽  ¿Te has preguntado alguna vez para qué comes?

Supongo que habrás respondido que para alimentarte, para reponer energías, para vivir...

Déjame, entonces, que te haga otra pregunta:

¿Qué has comido hoy?  
¿Sientes que te has alimentado o solamente has ingerido comida? 

Comer es un acto fisiológico de repuesta al hambre pero alimentarte para nutrirte debería ser un acto plenamente consciente, en el que eliges qué, cómo y cuando.



➽ ¿Te has observado cuando comes? 

Me imagino que no pero te recomiendo que lo hagas hoy mismo.

¿Cómo comes?  Sin sentarte, con prisas, sin saborear, sin orden ni planificación, pensando en tareas o conflictos, viendo la tele, sin ganas, todo el día picando,…

Puede que te hayas visto reflejado en algún ejemplo pero yo quiero ir aún más allá 

¿Te has fijado que la forma en que comes refleja la forma en que vives ?  Es exactamente los mismo: Sin sentarte, con prisas, sin saborear, sin orden ni planificación, pensando en tareas o conflictos, viendo la tele, sin ganas, todo el día picando,…

Si quieres cambiar tu forma de comer primero debes cambiar tu forma de vivir la vida.      

Te digo todo esto porque si este año te has propuesto un cambio de alimentación deberías responder honestamente a todas estas preguntas y evaluar tus respuestas para fijar tus metas.

Pon en una balanza todo aquello que deseas, todo aquello que quieres dejar atrás y, lo más importante, tus valores.




➽ ¿Vives de acuerdo a tus valores?

Qué es lo importante en tu vida, qué es lo que te mueve, te motiva, te encanta hacer, te ilusiona y te saca una sonrisa?
Esos son tus valores.   

Así que párate aquí y haz tu propia lista:  amistad, libertad, viajar,  comodidad, armonía interna, contribución, sabiduría, naturaleza,  familia, respeto, deporte, comunicación,…

Cuando tengas la lista hecha piensa si tu forma de vivir actual te aleja o te acerca a tus valores. 

Es hora de tomar decisiones con las conclusiones que hayas sacado.





Valores y Alimentación

A veces toda esa insatisfacción creada por vivir alejados de nuestros  valores nos lleva a buscar en la comida refugio, calma, ocultación, es decir, acallar la mente o tapar una emoción llenando la barriga. Es lo que llamamos alimentación emocional

Comemos sin hambre porque no sabemos gestionar lo que nos sucede y buscamos compensación en los alimentos.   

¿Te has parado a pensar lo que necesita tu cuerpo? Escúchale

Quizás te esté pidiendo descanso, sol, ejercicio, agua, dormir, conversar, saltar, cantar, jugar, acompañar, leer, compartir, pasear…

No se lo damos y, de esta manera, cuando nos sentimos  confusos, abatidos, desanimados, ansiosos, cansados o enfermos es porque estamos luchando contra nosotros mismos. No estamos atendiendo nuestras necesidades, no estamos escuchando a nuestro cuerpo sino que le tapamos la boca con comida.

Necesitamos descanso y seguimos adelante con 3 cafés. Necesitamos conversar y solo hablamos nosotros, necesitamos actividad y estamos todo el día sentados, necesitamos libertad y estamos atados a las redes sociales, necesitamos divertirnos y ponemos la tele, necesitamos nutrientes y solo tomamos comida basura…





Ver la realidad y Alimentación

Ante cualquier situación tu mente crea una representación


¿Cual ha sido tu reacción la ver este plato de comida?
¿Crees que todo el mundo reaccionaría igual?


No todos pensamos lo mismo sobre este plato porque cada uno formamos  una representación mental sobre lo que vemos, hacemos o nos ocurre cada día. Es tu forma de interpretar la realidad.

Tu cerebro ha ido archivando emociones y sensaciones asociadas a vivencias. De esta manera adquieres la capacidad de recordar el pasado e imaginar cosas futuras, siempre en forma de representación mental.


Si has visto este plato y te ha producido cierto rechazo, se debe al significado que tu das al plato, a la representación mental que tu haces sobre él.

La certidumbre que tienes ahora que te indica que este plato es desagradable, genera en ti una cascada de emociones y sensaciones corporales negativas que te impiden probarlo. 

Esto ocurre porque estás poniendo el foco en la parte negativaPero yo te pregunto:

 ¿Es incomible?  ¿Realmente es así?  ¿Cómo sabes que no te va a gustar?  ¿Lo has probado?


Ahora prueba a poner el foco en la parte positiva.

¿Qué me aportará el plato?   ¿Es bueno para mi cuerpo, para mi salud?   ¿Qué puedo hacer para que me resulte más agradable? 


A veces nos cerramos en banda y no damos una segunda oportunidad a las cosas porque nos preferimos quedarnos en nuestra zona de confort, esa que nos dice que "aquello no está bueno" para no tener que hacer el esfuerzo de cambiar.




Propósitos

Así que este año que acaba de empezar puede ser por fin el año en que consigas poner todo esto en orden: Revisar tus valores, cambiar tu estilo de vida, cambiar tu forma de comer, interpretar correctamente lo que te ocurre y sentirte agradecido con todo lo que recibes y logras cada día. 


El autocuidado no es comprar todos los superalimentos que están de moda ni cargarte de suplementos, es hacerte preguntas poderosas cada día para saber qué es realmente lo que necesitas.


¿Qué como? ¿Para qué lo como? ¿Cómo lo como?
¿Qué me está diciendo el cuerpo? ¿Qué necesita?
¿Qué es lo importante para mi? ¿Lo estoy haciendo?
¿Cómo interpreto mi realidad? ¿Soy agradecido/a?  

Este pequeño ejercicio de conexión con uno mismo es vital si estás intentando cambiar tu forma de comer, si quieres aprender a reconocer tus necesidades y sentir armonía interna.


Feliz año a todos


QSN: Alimentación y Cambio

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