La adaptación al entorno es
una forma de vivir el presente, de estar atentos a nuestras necesidades y
cuidarnos. Cuando vivimos en armonía con nosotros mismos y con nuestro hábitat
nos resulta más fácil alcanzar el bienestar y conservar la salud. La
alimentación nos ayuda a encontrar esta armonía siempre que fluyamos con los
ciclos cambiantes de la naturaleza.
Ya estamos en la estación más
cálida del año que se inicia cada 21 de junio con el solsticio de verano. En
esta época del año la naturaleza se esfuerza en regalarnos aquellos alimentos
que más necesita nuestro cuerpo, es decir, aquellos que nos refrescan y nos
hidratan.
Ya no necesitaremos tantos alimentos
grasos y proteínas como en invierno, que nos fueron útiles para poder mantener
la temperatura corporal respecto al frio de la época. Hemos hecho una lenta transición en la forma de
comer, durante la primavera. Ahora, en verano, la alimentación deber ser fresca
y ligera pero a su vez colorida, nutritiva, simple y refrescante.
¿Cómo lo conseguimos?
🍒 Alimentación
colorida
Según la Medicina Tradicional
China, el color del verano es el rojo, está relacionado con el elemento fuego
al que pertenecen el corazón y el intestino delgado. El corazón contiene y
mueve la sangre. El intestino delgado separa los elementos aprovechables de las
impurezas, absorbe los nutrientes y envía los desechos al intestino grueso para
ser eliminados.
Los alimentos de color rojo
son un tónico para la sangre y nutren el corazón. El color rojo nos indica que
estos alimentos son ricos en licopeno y antocianinas, que nos ayudan a cuidar
el corazón, conservar la memoria y eliminar toxinas. Los podemos encontrar en
tomate, remolacha, sandía, fresas, cerezas, tomate, pimiento rojo,…
También podríamos incluir el color
naranja fuerte como ideal para el verano ya que nos aporta vitamina C pero,
sobre todo, carotenos, son pigmentos
orgánicos vegetales que actúan protegiendo la piel, son antioxidantes, mejoran
del sistema inmune y tienen acción como protector cardiovascular. Los
encontramos en melocotón, albaricoque, melón, nectarina, zanahoria, calabaza,
maíz...
En verano, disponemos de
abundantes frutas y verduras. Los pigmentos que contienen no solo les dan su
color característico, sino que nos aportan múltiples beneficios: protección
(por su función antioxidante), regulación del metabolismo, fortalecimiento del
sistema inmunológico, tonificación del tracto intestinal, etc. Aunque el rojo
deba ser predominante en verano, lo importante es que haya diversidad, así que
diseñemos platos variados y llenos de color.
🍒 Alimentación nutritiva
En verano apetecen platos más
ligeros pero no por ello serán pobres en nutrientes. Las verduras y hortalizas
de la estación deben ir siempre acompañadas de la proteína que elijas, animal o
vegetal.
Yo, personalmente, aconsejo completar
los platos de ensalada o verdura con cereales y/o legumbres y, ocasionalmente
proteína animal. También puedes utilizar derivados de la soja como el tofu y el
tempeh.
El tofu (leche de soja coagulada con nigari o limón) al ser de naturaleza enfriadora es muy aconsejable para el verano, pero siempre en cantidad moderada y previamente cocinado, al horno, a la sartén, al vapor, macerarlo, también puedes tritúrarlo para hacer salsas como la tofunesa. Al tener un sabor neutro es muy versátil y permite su incorporación en todo tipo de platos.
El tempeh (soja cocida y fermentada) debe cocinarse igual que el tofu, tiene un sabor peculiar pero agradable, macerado en salsa de soja realza los platos de verdura, igualmente debe tomarse en cantidad moderada.
El tofu (leche de soja coagulada con nigari o limón) al ser de naturaleza enfriadora es muy aconsejable para el verano, pero siempre en cantidad moderada y previamente cocinado, al horno, a la sartén, al vapor, macerarlo, también puedes tritúrarlo para hacer salsas como la tofunesa. Al tener un sabor neutro es muy versátil y permite su incorporación en todo tipo de platos.
El tempeh (soja cocida y fermentada) debe cocinarse igual que el tofu, tiene un sabor peculiar pero agradable, macerado en salsa de soja realza los platos de verdura, igualmente debe tomarse en cantidad moderada.
Según la MTC, los cereales
más adecuados para el verano son: maíz, cuscús, bulgur, quinoa y arroz rojo.
Estos cereales, además, tienen la ventaja de que son rápidos de preparar. En
cuanto a las legumbres, en verano elegir garbanzos y judías pintas.
Hay que desterrar la idea de las
legumbres solo son para platos de invierno.
Existen otras muchas maneras de comerlas en verano:
Existen otras muchas maneras de comerlas en verano:
📕En ensaladas, ya cocidas y
bien aliñadas.
📕 Hummus. El clásico es de
garbanzos, aunque también puedes hacer hummus de lentejas, guisantes, … Puedes darle
infinitos acabados añadiendo aguacate, pimiento del piquillo, chile, aceitunas
negras, tomates secos, finas hierbas, …. Y luego especias al gusto, pero que no
falte el comino. Se trata de ir probando. Solo necesitas un tarro de garbanzos
cocidos y un poco de imaginación.
Y si quieres seguir probando, te recomiendo el hummus de remolacha, puedes hacerlo sobre una base de hummus de garbanzos o solo de remolacha. Puedes hacerlo con remolacha cruda o cocida. Si te resulta fuerte el sabor puedes rebajarlo con un poco con zanahoria y te quedará delicioso.
Y si quieres seguir probando, te recomiendo el hummus de remolacha, puedes hacerlo sobre una base de hummus de garbanzos o solo de remolacha. Puedes hacerlo con remolacha cruda o cocida. Si te resulta fuerte el sabor puedes rebajarlo con un poco con zanahoria y te quedará delicioso.
Si haces un hummus de consistencia
más líquida puede servir como aliño para ensaladas.
📕 Hamburguesas o croquetas, que
puedes hacer solo con legumbres o mezclar con cereales cocidos, por ejemplo
arroz, mijo, copos de avena o quinoa. Añádele verduras crudas bien picadas o
salteadas, hierbas y especias al gusto. Si no te apetece freírlas, las puedes
hacer el horno.
📕 Falafel. Es muy similar al
hummus pero no lleva tahín y tiene forma
de albóndiga. Si quieres puedes añadirle algunas verduras cuando hagas la masa,
a mi me gusta con espinacas picadas. Normalmente
se fríen para que queden crujientes por
fuera. Se acompaña de salsa de yogur (yogur + aceite + zumo de limón + sal + menta y/o
algunas especias, el truco es dejar que repose una media hora).
📕 Fainá. Se elabora con harina
de garbanzo aceite y agua. Se trata de hacer una pasta que se extiende como una torta y se cocina a la
plancha o al horno y servirá como base de pizza o acompañamiento crujiente de
una ensalada.
📕Garbanzos crujientes. Has de
marinar unos garbanzos cocidos en una salsa especiada a tu gusto. Después los
escurres y los pones al horno hasta que queden crujientes. Es un rico y crepitante
acompañamiento sobre platos líquidos como si fueran tropezones o para platos de
verduras tiernas.
📕 Harina de garbanzos que
puedes utilizar para espesar, rebozar, hacer bases de pizza,…
📕 Germinados, especialmente las
lentejas y las judías mungo.
🍒 Alimentación simple
A veces por querer hacer
platos completos nos complicamos mucho la vida haciendo excesivas
combinaciones. No es imprescindible encontrar el equilibrio en cada comida que
realicemos, es más sencillo y efectivo procurar que los grupos de alimentos y
nutrientes estén representados a largo del día.
Los platos más sencillos se
digieren mejor. Una comida copiosa o pesada enlentece la digestión, resta
energía al cuerpo y nos aletarga.
El truco para que los platos
sencillos, tipo ensalada, no resulten aburridos es combinar bien y encontrar
aderezos adecuados y atractivos al paladar. El aceite de oliva (virgen extra)
es básico y además puedes jugar con hierbas aromáticas y especias adecuadas a
la estación.
🍒 Alimentación refrescante
Empieza por crear un ambiente
fresco cuando vayas a comer. Dispón una mesa agradable y un lugar adecuado para
comer con tranquilidad.
Toma abundante agua y fruta
fresca entre horas. Mantenerse hidratado nos ayuda sobrellevar el calor
ambiental.
Incluye en tu menú sopas
frias, puedes hacerlas de cualquier sabor, zanahoria, pepino, melón y el
clásico gazpacho, si te gustan un poco cremosas añádeles aguacate y tritura
bien, quedan deliciosas.
Ensaladas que lleven pepino,
tofu, germinados de alfalfa o mungo. Añádeles una pequeña dosis de especias picantes como chile, pimienta negra, cayena o jengibre fresco que ayudan al cuerpo a
refrescarse haciendo que el calor salga al exterior a través de la piel.
Las meriendas pueden ser
divertidas y refrescantes. Atrévete con unas gelatinas de fruta hechas con agar
agar, llamadas kantén, o con batidos y refrescos caseros de fruta.
Date cuenta de que hablo
siempre de fresco y no de frio. Hay una gran diferencia. Una comida o bebida recién
extraída del frigorífico puede parecer que nos refresca en el momento, sin embargo, esta obligando al cuerpo a recuperar el calor perdido y este proceso repetido a
lo largo del verano hace que lleguemos al otoño debilitados y, como consecuencia,
aparecerán las primeras infecciones: de garganta, oídos, bronquios, … Además las bebidas muy frias dificultan la
digestión al enfriar demasiado el estomago.
Date cuenta de que hablo
siempre de fresco y no de frio. Hay una gran diferencia. Una comida o bebida recién
extraída del frigorífico puede parecer que nos refresca en el momento, sin embargo, esta obligando al cuerpo a recuperar el calor perdido y este proceso repetido a
lo largo del verano hace que lleguemos al otoño debilitados y, como consecuencia,
aparecerán las primeras infecciones: de garganta, oídos, bronquios, … Además las bebidas muy frias dificultan la
digestión al enfriar demasiado el estomago.
Qué hacer para que la comida tenga la temperatura adecuada:
➧Si está en el frigorífico,
sácala un rato antes de comer, estará
fresca pero no fría.
➧Si está a temperatura ambiente . Lo mejor es tener siempre en el frigorífico algún
vaso o cuenco vacío para servir la comida en él, lo dejas unos minutos,
remueves bien y a comer.
➧Si la acabas de cocinar. No
es recomendable someter a la comida a cambios bruscos de temperatura. En este
caso habría que esperar a que perdiera calor para luego usar el truco anterior.
¿No tienes tiempo? ¿Te parece complicado?
Con un poco previsión y organización, preparar un plato como el que ves en esta foto no es nada
complicado. Veamos:
• Puedes tener preparado un
cereal cocido para varios días (se conserva muy bien en el frigorífico). Una
cocción básica solo requiere unos 20 minutos y mientras puedes ir preparando
otras cosas.
• La legumbre requiere remojo
el día anterior y cocinado en olla. Si lo prefieres, puedes comprar tarros
de legumbres cocidas (elige los que no lleven conservantes o que sean ecológicas).
• Cocer pasta, bulgur o cuscús
te llevará muy poco tiempo, lo que tardas en sacar el resto de ingredientes,
preparar un aliño y poner la mesa.
• Prepara gazpacho o sopa fría
para varios días (yo suelo tener congelado por raciones para días “de prisas” y
lo saco el día anterior). Sácalo del frigo antes de empezar a elaborar el resto
de la comida, para que no esté tan frio.
• En cuanto a la verdura. Ten siempre una lechuga
lavada o una bolsa de ensalada, de espinacas o rúcula,... Ralla o corta unas
rodajitas de zanahoria, calabacín, rabanitos, pepino… También es bueno tener bolsas
de verdura cortada para hacer un salteado rápido. Lee estos artículos, te doy un montón de ideas para llenar tus platos de deliciosas verduras de temporada.
• Si has macerado tofu o tempeh (también lo venden macerado) solo has de cortarlo y pasarlo por la sartén o
el horno.
• Lo más importante: Aliños
variados hacen los platos distintos, (caseros, por supuesto). También puedes
prepararlo para varios días. Busca recetas y elije los que más te gusten y,
sobre todo, ve variando.
• Completa el plato con
germinados, algunas semillas, y, si te gusta, añade pickles, favorecen la
digestión.
• Ya tienes todos los
ingredientes, escoge los que más te apetezcan y emplata
Pues unos 15-20 minutos, nada más
Créeme, merece la pena.
Siguiendo estas indicaciones, ¿cuanto tiempo crees que necesitarás para tener un delicioso plato como el de la foto?
Pues unos 15-20 minutos, nada más
Créeme, merece la pena.
Para conocer las frutas y verduras de verano, POR MESES, haz click en la siguiente imagen
Feliz verano !!!
Comiendo alimentos de temporada mantenemos el ciclo natural de producción de alimentos, cuidamos nuestra salud y, si además, hacemos consumo de local y de proximidad, ayudamos al mantenimiento de pequeñas explotaciones locales.
Este artículo está incluido en la PÁGINA ALIMENTOS PARA CADA ESTACIÓN
Actualizado en el verano de 2017
También te gustará:
Deja tu comentario
Publicar un comentario