Impuestos sobre las grasas saturadas


Aunque parezca increíble, es cierto. Ha ocurrido en Dinamarca.
Excusas económicas para poner impuestos con los tiempos que corren, proliferan muchas, pero me parece de gran cinismo argumentar razones de Salud Pública, cuando hace mucho tiempo que se sabe que estas grasas son perjudiciales para la salud.

¿Sobre que alimentos se aplicará este impuesto?
  • Carne. Las industrias del sector tendrán que pagar en función de la grasa que contenga cada tipo de carne. Por ejemplo, el porcino pagará más que el vacuno.
  • Productos lácteos, grasas animales, margarina, mantequilla, otras mezclas para untar, etc.
  • Alimentos industriales que contengan cantidades superiores a 2,3 % de grasa saturada.

Quedan exentas de pagar las grasas utilizadas para otros fines que no sean la alimentación humana: alimentación animal, carburante para vehículos, etc.

En la misma línea, Hungría ha puesto en marcha un impuesto que grava los alimentos ricos en azúcar, sal, cafeína e hidratos de carbono. A la moda se ha unido también Portugal con la preparación de un impuesto sobre el fast food.

Con esta medida habrá una subida de precios que, según el Gobierno Danés, hará disminuir el consumo de estos productos y por tanto mejorará la dieta de los daneses, a la vez que disminuirá la incidencia de enfermedades cardiovasculares y otras asociadas al sobrepeso, reduciendo el gasto sanitario que conllevan. 
Dicho así, parece que todo sean ventajas, pero a mi me cuesta creer, que subir los precios de ciertos productos sea la forma de cambiar las costumbres alimentarias de las personas.  Al menos, en contrapartida, podrían reducir el precio de productos frescos básicos como fruta y verdura para favorecer su consumo.

Los mecanismos de fomento de salud deben pasar por la promoción de una compra responsable y la adquisición de unos hábitos saludables.
Invertir en educación es una apuesta segura, proporcionar criterios para una vida saludable desde la infancia dará lugar a adultos responsables y sanos.

La población, en general, sabe que las grasas saturadas no son buenas, pero aún así sigue comprando productos que las contienen, por desconocimiento de otras alternativas o seguramente, debido a la publicidad y los roles subliminales que copiamos de la televisión y de otros medios audiovisuales. Os aconsejo que observéis los anuncios publicitarios que ponen en horario infantil. ¿Cuántos anuncios publicitarios hay de productos vegetales frescos? y de fomento de comida sana?


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