La adaptación al entorno es una forma de vivir el presente, de estar atentos a nuestras necesidades y cuidarnos. Cuando vivimos en armonía con nosotros mismos y con nuestro hábitat nos resulta más fácil alcanzar el bienestar y conservar la salud. La alimentación nos ayuda a encontrar esta armonía siempre que fluyamos con los ciclos cambiantes de la naturaleza.
Como en cada estación nuestra
dieta debe variar acompañando al cambio de clima. En primavera hemos de ir
eliminando los platos fuertes del invierno porqué la energía que necesitaremos en
esta estación ha de ser más ligera. La forma de cocinar también ha de cambiar,
debe ser más suave: utilizar más salteados cortos, hervidos, escaldados, vapor.
Reducir la grasa y la sal.
La primavera es tiempo de limpieza
y regeneración, de limpiar la sangre y desintoxicar el
hígado. La presencia de toxinas, en pequeñas cantidades, en el organismo es un
hecho normal, te lo explico en este otro artículo. Cada día generamos toxinas y cada día las eliminamos, al menos,
en parte. El ritmo de vida actual y la
mala alimentación hacen que haya más toxinas de las deseables y este mecanismo
se enlentezca.
Debemos tomar comidas más
livianas que siempre incluyan verdura, sobre todo de hoja verde que colaboran
en el proceso depurador, ya sea cocinada (escaldada o al vapor) o cruda, también
germinados, fermentados y algunas ensaladas y batidos verdes.
Puedes añadir un poco de alga
wakame en tus comidas para ayudar a depurar tu hígado, además también ayuda
reducir el colesterol y es rica en magnesio y calcio. Verás que no tiene un
sabor tan pronunciado, a mar, como otras algas. Puedes tomarla cruda (después
de haberla dejado a remojo durante unos 15 min) poniéndola en ensaladas, o como
toping en sopas y cremas o en salteados. Si vas a cocinarla, en caldos o potajes,
basta con lavarla un poco y cortarla (ten en cuenta que cuando se hidratan
crecen mucho). Siempre se toma en pequeñas cantidades, una cucharada pequeña
por persona.
Aunque ya apetece tomar ensaladas,
conviene no abusar de comidas frías, sobre todo si tiene una constitución
débil, delgada y tendencia al frio, ya que este tipo de alimentos debilitan aún
más y detienen el proceso depurativo.
Una forma de “calentar” una
ensalada es hacerla templada, es decir, que incluya elementos crudos mezclados
con verduras cocinadas (por ejemplo, unos spaguetti de calabacín salteados con
salsa, sobre una cama de escarola y
berros), aderezar con un poco de jengibre o especies levemente picantes, y
aceite.
En esta época es bueno añadir
sabores ácidos para estimular al hígado, por ejemplo, vinagre de manzana sin
pasteurizar (al ser un alimento fermentado, si se pasteuriza pierde sus
propiedades). Siempre en pequeñas cantidad y en teniendo en cuenta que personas
de digestión débil, de constitución frágil o debilidad no deben tomarlo.
Debemos iniciar las comidas
con un poco caldo caliente. El objetivo de esta medida es preparar el estómago
para la digestión, apoyar al hígado en su labor
y aportar algo de calor al cuerpo. Puedes hacer un caldo básico con
cebolla + zanahoria + nabo + apio (también añadir un poco de jengibre para dar
más calor y alga kombu o wakame para aportar minerales).
Procura que tus platos
contengan siempre algunos de estos alimentos para fortalecer tu hígado:
alcachofas, espárragos, apio, rúcula, puerro,
escarola, berros, remolacha, zanahoria, cebollino, perejil. Y especias, en poca
cantidad, como: pimienta negra, cúrcuma, hinojo, albahaca, comino, jengibre y
todas las que sean ligeramente picantes.
No olvides los cereales y las
legumbres, en primavera son excelentes el arroz, la cebada y la quinoa; y lentejas,
guisantes y habas.
Escoger los alimentos de la estación y prepararlos adecuadamente nos proporciona los cimientos fundamentales para mantener el equilibrio y la salud
Para conocer las frutas y verduras de primavera, POR MESES, haz click en la siguiente imagen
Si quieres saber más sobre cómo cuidarte en primavera te recomiendo que leas este artículo ⇨ CUIDARSE EN PRIMAVERA
Comiendo alimentos de temporada mantenemos el ciclo natural de producción de alimentos, cuidamos nuestra salud y, si además, hacemos consumo de local y de proximidad, ayudamos al mantenimiento de pequeñas explotaciones locales.
Este artículo está incluido en la PÁGINA ALIMENTOS PARA CADA ESTACIÓN
Actualizado en la primavera de 2017
Este artículo está incluido en la PÁGINA ALIMENTOS PARA CADA ESTACIÓN
Actualizado en la primavera de 2017
También te gustará:
Hace tiempo realicé una depuración según me indicó una conocida, que ella ya había hecho. El resultado fue muy malo porqué empecé a sentirme mal sobre todo por las mañanas. Así que dejé de hacerlo.
ResponderEliminarMe podrías recomendar alguna que tu conozcas
Gracias
Hola Alba. Gracias por participar.
ResponderEliminarNo me explicas en que consistió la depuración ni cuantos días duró ni que síntomas tuviste. Así que te contestaré de manera general.
La depuración produce un arrastre de toxinas acumuladas en el cuerpo. La respuesta de tu organismo a dicha depuración depende de muchos factores: de la cantidad de toxinas que tuvieras acumuladas, del tipo de depuración que eligieras, del estado físico y mental de tu organismo antes de iniciarla, del tipo de alimentación que lleves normalmente, de tu actividad física diaria, etc.
Cualquier depuración necesita una preparación previa y durante su realización aparecen una serie de síntomas que son más numerosos y más llamativos cuanta más intoxicación haya en tu cuerpo. No se deben considerar como efectos adversos sino más bien como el resultado del proceso de depuración. Por eso es conveniente que esté guiada por un terapeuta que valorará el tipo de depuración a realizar y los distintos síntomas que vayan surgiendo.
Saludos
Hola!! muy buen post he aprendido coas que no sabia.
ResponderEliminarHola Cristina
ResponderEliminarMe alegro que te haya resultado útil
Gracias por la visita y por participar.